ENTREVISTA CON ALFONSO TRINIDAD
Juanca Romero Hasmen © Junio 2024
Alfonso Trinidad ha estado vinculado en las últimas décadas de forma paralela al mundo de la cooperación internacional y por otro lado a los medios de comunicación. Ha trabajado o colaborado en medios nacionales e internacionales (TVE, Tele 5, RNE, El Mundo…), actualmente es director del certamen Magic Internacional, la mayor feria de espiritualidad y esoterismo de Europa, y es fundador y responsable de la editorial Ediciones Oblicuas. Dirige y presenta el reconocido podcast Falsa Bandera y es el autor del libro Caza de Bujas entre otros. Precisamente hace unos días hemos podido hablar ampliamente con él, adentrándonos en su universo literario y sin paños calientes, respondiendo con valentía a algunas preguntas dotadas de cierta incomodidad.
¿De dónde vienes, dónde estás y hacia dónde te diriges?
A.T.- Pues depende de cuánto echo la mirada atrás. Sería muy tedioso y muy largo, pero te diré por resumirlo que es difícil que algo me sorprenda y menos en el mundo del misterio. Actualmente y como no soy capaz de estar con una sola cosa pues sigo dirigiendo MAGiC internacional (desde 2015) que ahora son dos ediciones al año, dirijo y presento el podcast Falsa Bandera, algo muy fácil con mis compañeros Juanjo Sánchez-Oro y Miguel Ángel Ruiz y en septiembre saldrá a la luz mi tercer libro MALDICIONES Y SUPERSTICIONES en el mundo del deporte.
Obviamente mi futuro cercano pasa por lo que te cuento además de haber empezado ya mi cuarto libro y tener siempre la “bala” de hacer algo en radio. Por mucho que el podcast es una maravilla, echo en falta esa sensación de la luz roja del estudio y saber que en ese mismo momento hay gente que escucha lo que dices.
Eres el director de Magic Internacional, la feria de Nueva Era más grande e importante de Europa. ¿Hay que estar loco para echarse la mochila a la espalda con tanta responsabilidad?
A.T.- Pues no lo sé, quizás habría que preguntarle al entorno. Pero cualquiera que haya organizado un congreso con, qué sé yo, 15 ponentes, sabe el esfuerzo que supone. Imagínate hacerlo dos veces al año con 90 ponentes que es lo que hay en cada edición de MAGiC, sus tres auditorios y además súmale 150 stands de profesionales… obviamente sin mis socios y sin el equipo que tenemos no podría hacerlo.
Apelando a tu franqueza y sinceridad, ¿Cómo ha envejecido Magic Internacional?
A.T.- A ver depende del punto de vista. Como evento en cuanto a calidad de organización, sede y prestaciones es el mejor MAGiC que ha habido nunca. Como romanticismo muchos añoran como yo el que se celebraba en el pueblo español, pero he de recordar a todos que hoy ese evento no cumpliría ningún criterio de seguridad, accesibilidad, etc. Todo era bastante más “amateur”. Si es cierto que antes teníamos la suerte de poder ver a gente como Antonio Ribera, Charles Berlitz, Alejandro Jodorowsky… pero es que, Juanca, los grandes nombres ya no existen. Y algo más dramático: salvo Iker o J.J. Benítez no hay nadie que mueva masas. Y es por muchos motivos. MAGiC ha rejuvenecido a costa de la espiritualidad, el esoterismo y disciplinas que el público pide. Hay tantos, tantísimos congresos gratuitos donde los 30 nombres del misterio van pululando con la misma conferencia que ya no hay novedad atractiva para un evento como MAGiC o incluso para otros congresos “de pago”. Es difícil encontrar propuestas dentro del misterio que puedan maravillar a un público que paga por una entrada, o por una revista.
¿Existen diferencias entre el Magic de primavera y el Magic de otoño?
A.T.- Ahora mismo no. Salvo el clima la idea es hacer dos ediciones de las mismas características, aunque no me cierro a nuevas experiencias en breve.
¿Quiénes no deben perderse las citas de Magic Internacional?
A.T.- Mira, yo solo te digo que aún no conozco a nadie que haya ido por primera vez, sin saber qué se iba a encontrar, que no haya alucinado. No hay un evento igual relacionado con el conocimiento holístico. Es una especie de parque temático donde encontrar cualquier disciplina o conocimiento incluso relacionada con el misterio. Cualquier aficionado a temáticas que antiguamente llamábamos como ciencias ocultas debería venir al menos una vez en la vida.
Una pregunta incómoda: La percepción que tengo es la de que en España hay muchos congresos y encuentros, pero los ponentes y conferenciantes son siempre los mismos. ¿Esto ocurre porque son muy pocos los buenos o porque este tipo de eventos se están convirtiendo en cotos privados de amiguetes?
A.T..- Te he contestado en parte antes. Hay demasiados congresos, o, mejor dicho, encuentros.
Me hace mucha gracia cuando todavía hay colegas que hablan del “negocio del misterio”. Aquí no hay sector comercial, se lo cargaron hace tiempo. Y estos encuentros certifican en lo que se ha convertido. El exceso de encuentros, de podcast, de libros ha embrutecido el sector. Y curiosamente se están endiosando a personas que no tienen categoría, que sus credenciales no les habrían abierto las puertas de ninguna disciplina, pero en el misterio han encontrado a un público poco exigente, y ya ni quiero entrar a la nueva oleada de creencias como la tierra plana o similares.
Si tú no ganas dinero por escribir un artículo o ni te pagan por ir a TV (porque la mayoría de los programas NO pagan) no puedes pretender que gente cualificada se dedique al misterio sin cobrar o tener alguna contraprestación. Y Juanca, no. No hay nada positivo en aquellos que presumen de que No viven del misterio y trabajan en otra cosa.
Eso es lamentable y si no puedes dedicarte al 100/100 a una disciplina no puedes pretender conseguir buenos resultados.
Para investigar de verdad y divulgar de verdad necesitas medios. Es una vergüenza que aún hoy en día se pueda presumir por “investigar” con un chaleco multiusos y una grabadora. La investigación es otra cosa y hoy en día por ejemplo si no eres capaz de saber acceder on line a bibliotecas universidades y similar es que eres un incauto.
Y para la divulgación igual. No puede ser que nos conformemos con una entrevista fugaz con un móvil. Seamos un poquito más exigentes y empecemos a estar dispuestos a pagar para tener calidad. Es la única forma de poner en valor el sector.
¿Crees que en la actualidad hay demasiada paja y poco trigo en la divulgación de lo que llamamos “misterio”?
A.T.- Voy a ser muy crítico: el problema es que queda poco trigo. La mayoría de grandes misterios se han desvelado. Las pirámides no las construyeron los extraterrestres, las piedras de Ica son falsas, Las pistas de Nazca no son pistas de aterrizaje para platillos volantes. Yo siempre hago referencia a algo que he etiquetado hace un tiempo: somos los herederos de la gran mentira.
A esos grandes de los que todos bebimos se las metieron dobladas, y quizás por prudencia salvaguardamos su legado, pero lo que nos dejaron ha resultado ser mentira en un 90%. Eso sí, nos dejaron el encanto, la ilusión y las ganas de no tener miedo de tratar de ir en pos de la verdad, pero ha quedado muy poquito sinceramente.
Si me lo permites, hablemos de ti… ¿Tu interés por el misterio nace de niño o esto te pilló mayorcito?
A.T.- De niño, tendría unos 8 o 9 años y llegó a mi casa el primer fascículo de una colección: Lo inexplicado. Se veía la foto de la luna en grande y un titular que decía “¿Existen los OVNIS?”.
A partir de ahí devoré cualquier cosa que hablara de ese fenómeno en particular y por extensión aquellas cuestiones sin aparente explicación.
¿Prefieres radio, televisión o las páginas de un libro para contar cosas?
A.T.- Sin lugar a dudas la radio. Es el medio más auténtico y que mejor conecta con el individuo. La tele se ha convertido en un encorsetado intento de satisfacer lo que trasnochadas productoras creen que interesa a la audiencia para atraerles y eso la deja carente de autenticidad. La inmediatez de los formatos digitales y redes sociales la están devorando con todo lo bueno y lo malo que conlleva. La radio siempre parece que va a morir, pero esa necesidad de intimidad, directo y calidez se reinventara en todo caso.
Sé que eres un gran interesado por el fenómeno OVNI, y en este mismo número de la revista DEMISTERIOS hemos hablado ampliamente con José Antonio Caravaca sobre su Teoría de la Distorsión. ¿Qué opinas de esa línea de investigación?
A.T.- Solo leer la palabra Caravaca ya me pongo nervioso (risas). Sería muy largo de explicar.
A Caravaca le he publicado dos libros en mi editorial (“Expediente Roswell” y “OVNIS, las operaciones secretas de la CIA”) y nos conocemos desde hace muchos años. Su tenacidad y su capacidad de divulgación y de mantener en el candelero el fenómeno OVNI en España es digno de reconocimiento. Es valiente y no rehúye disputa alguna sobre el fenómeno. Además, su hipótesis de trabajo al menos ha removido el habitualmente soso mundo ufológico nacional y ha dado de sí para arduas discusiones y debates.
Personalmente las hemos tenido en público y en privado. Creo que fue un error, por decirlo de alguna manera, el enunciar una serie de aseveraciones sin haber completado la publicación de su trilogía. Sobre todo, en el primer volumen había una carencia de citas de fuentes de referencia que ya habían anticipado muchas de las cosas que él nos cuenta y que con los últimos volúmenes clarifica.
Y eso ha generado mucha polémica entre los estudiosos. Hace un análisis muy interesante de ideas ya formuladas y digamos que las rebautiza aportando pinceladas propias aprendidas de su experiencia de campo. Ha sabido dotar de “imagen” a una propuesta de hipótesis sobre el fenómeno que tiene la cualidad de haber generado un debate en la propia comunidad cosa que ya he dicho que hacía falta.
Creo que gracias a su forma de transmitir llana y cercana ha sido capaz de hacer llegar su mensaje a gente que jamás leyó a algunos de los grandes pensadores de la ufología y al final se necesita a gente como Caravaca que además trata de actualizar esas ideas, como igual o más necesario es gente como Moisés Garrido por ejemplo o Jordi Ardanuy que se preocupan por salvaguardar el conocimiento ufológico y atesoran en sus manos y sus mentes ese bagaje para que los demás podemos acudir a las fuentes o saber que cuando Caravaca, por ejemplo, habla de agente externo es algo que ya encontramos en la literatura ufológica. Si esto sirve para que las nuevas generaciones conozcan y se empapen de cultura ufológica ya habremos logrado mucho y Caravaca, guste o no es exponente en estos momentos de la cuestión.
En tu haber literario tienes libros sumamente interesantes como “Caza de brujas” o “Encuentros cercanos, ¿con la realidad?”. ¿Son buenos tiempos para publicar un libro?
A.T.- Son dos libros muy diferentes pero que me apetecía mucho publicar y gracias a la editorial Planeta (Luciérnaga) han podido ver la luz. Son tiempos nefastos. Y más en el entorno del misterio. Y revistas de papel ya ni te cuento. Dije hace 5 años que en 2025 no existiría ninguna revista de papel y aún espero equivocarme, pero hacia eso vamos abocados.
El universo de las editoriales se ha atomizado extraordinariamente.
Se publican más libros que nunca, pero en ediciones limitadísimas. Cuando yo empecé con ediciones oblicuas (sigue activa y con buena salud SIN libros de misterio) era ridículo sacar ediciones de menos de 2.000 ejemplares, por cómo funcionaba el sistema; si no vendías un mínimo de 500 ejemplares no tenía sentido editar. Hoy en día, incluso en grandes editoriales, vemos tiradas de 500 ejemplares y en editoriales pequeñas de 200. Y si te vas a las grandes empresas de la autoedición ya solo imprimen los libros que le dan al autor porque ni tan siquiera pueden entrar en distribución.
Me preguntas cosas que dan para miles de palabras, pero es un momento en que publican mucho, pocos ejemplares y con una calidad lamentable.
Precisamente, en el momento de realizar esta entrevista, ya está en el horno tu nuevo libro. ¿Cuéntanos algo sobre él? ¿Por qué derroteros nos llevarán sus páginas?
A.T.- Pues como no podía ser de otra manera es radicalmente diferente a los otros dos. “MALDICIONES Y SUPERSTICIONES en el mundo del deporte” es algo que tenía en mente desde que hacía mi programa Noche de misterios en Radio Marca, te contaré la anécdota de ese interés. En aquel lejano 2016 Noche de misterios se emitía la madrugada del fin de semana justo después de José Ramón de la Morena.
Obviamente sus oyentes era un público eminentemente futbolero o aficionado al deporte de elite. Le pedí al técnico si al terminar El Larguero podíamos entrar nosotros “a pelo” sin sintonía ni cuña ni nada: solo mi voz y una alocución de poco más de un minuto. En ese minuto lo que contaba era sencillamente una maldición, curiosidad o superstición del mundo del deporte para ver si así algunos de esos oyentes se enganchaban a los misterios y a nuestro programa.
Así me lancé en la búsqueda de esas curiosidades y sumé un considerable número de escenas de lo mas variada. Creí que un libro recopilando esas curiosidades y haciendo un repaso histórico y antropológico de las maldiciones y supersticiones podría ser de interés y de alguna forma me retrotraía a momentos de mi vida que he disfrutado mucho.
Siguiendo tu trayectoria, no solo literaria, tengo la impresión de que no eres hombre de encasillarte. ¿Estoy en lo cierto? ¿Necesitas salir de la zona de confort constantemente?
A.T.- Totalmente. El hacer un libro o un programa de algo que ya conozco tiene su gracia obviamente y te hace manejar todo con más solvencia.
Escribir “Caza de brujas” o hacer el podcast de geopolítica Falsa Bandera me obliga a entrar en ámbitos que siempre me han interesado, pero de los que soy simplemente aficionado. Y eso es una gozada, por ejemplo, poder contar en cada programa de Falsa Bandera con expertos de los que aprender es fantástico y es la meta que persigo.
Finalizando esta agradable charla, ¿Puedes confesar alguna vertiente desconocida, hobby o actividad que pocos conocemos de ti?
A.T.- Si te las cuento se escandalizan los lectores (risas). Fuera broma. Una de las cosas que más me gusta es viajar, la adrenalina de hacer la maleta y coger un avión. La gastronomía, probar todo. La cerveza, un elixir imprescindible. El mar y si haces un mix de todo eso el resumen sería disfrutar de la vida, reír y haber comprendido que lo que se disfruta es cada momento que hueles, ves, saboreas, tocas, oyes… Como le digo a mi estimado Juanjo Sánchez-Oro “es lo que tiene haber llegado a conclusiones”.